Quesos de colores para levantar emociones
En Queso Los Cameros llevamos días dándole vueltas al post que, para estos días, llevara energía positiva, y gourmet, a todos los que nos leéis habitualmente. Si algo está reflejando esta situación que nos ha tocado vivir es nuestra tendencia a hacer más llevaderos los días con un buen bocado. Y si a ello le sumamos el color, que sin duda alguna nos genera muchas emociones y sensaciones agradables (según el que elijamos, claro está), el tema de esta semana estaba claro. ¡Os presentamos los quesos de colores que no pueden faltar en vuestra tabla!
Empezamos con uno de los tonos primarios que más nos gustan: el azul. Ese color que nos gusta ver en el cielo cuando abrimos la ventana, el que nos sosiega cuando contemplamos el horizonte del mar o el que adquiere el crepúsculo cuando avanza hacia una noche estrellada, como los cuadros de Van Gogh, lo puedes encontrar en muchos quesos. Además, este color que representa a nuestro planeta baja el ritmo cardiaco y nos regala una sensación de orden y pulcritud. En tu visita al supermercado elige un queso azul, cuyas vetas tan características se deben al penicillium, el hongo que, en contacto con el queso, le aporta este color amable que se asocia a la fantasía. Si te apasionan los sabores y olores fuertes, en España se producen muchos y muy buenos. Con leche de cabra, de oveja, de vaca o de mezcla, un buen queso azul ¡no puede faltar en tu mesa! Solo de pensar en el Cabrales de Los Picos de Europa, en el queso de Valdeón (envuelto en hojas de castaño) o en el Picón (en la comarca de Liébana, en Cantabria), ¡se nos hace la boca agua!
Queso de Valdeón. Fuente: Diario de Valderueda.
Aporta serenidad y armonía. Esa mezcla entre el amarillo y el azul nos da uno de los colores más bonitos de la paleta cromática para combatir el cansancio. Es el verde, el color de la esperanza, el que también se asocia a la frescura de la naturaleza. Apunta en tu lista estos dos quesos que son azules, pero que también derivan en tonalidades verdes. Primero un Roquefort, el único de los quesos azules que no está elaborado con leche de vaca, sino de oveja. Busca el que tenga las vetas verdosas, todo un gusto para el paladar y para la vista (dicen que era el preferido de Carlomagno). Otra opción es uno de los productos más emblemáticos de nuestros queridos vecinos italianos: el delicioso queso de leche de vaca Gorgonzola, típico de la zona de Lombardía y Piamonte. Sus vetas verdes, unidas a su textura quebradiza y su sabor a nuez, bien merece un sitio en nuestra mesa. Y si aún quieres un verde más intenso, ¡hemos encontrado un Gouda de Pesto Verde, que también incluye ajo fresco y albahaca! También un Schabzieger, un queso de textura dura muy aromático gracias al cilantro y al comino.
Queso Gouda de Pesto Verde. Fuente: La Boulette.
Y para nuestros instagramers (y amantes del o diferente), os dejamos unas referencias que os van a sorprender. Los que tengáis querencia por el rosa, el color que aflora los sentimientos profundos, el que nos relaja y nos conduce supuestamente a la búsqueda de la amabilidad y la protección, vais a querer saber mucho más sobre un queso tierno, inglés, con frambuesas y vino prosecco. Si te apetece algo más increíble, ¿qué tal un queso fucsia en los labios? También tenemos una referencia con este color elegante, que se asocia con el glamour, la seguridad interior y cierto descaro. Se trata de un queso semicurado y macerado en higo indio made in Canarias, elaborado con leche fresca de cabra de su propia ganadería. Su color y el sabor a higo local, desde luego, nos han llamado la atención. Si hemos revolucionado tu mesa y quieres bajar las pulsaciones, estas ideas pueden compartir espacio con deliciosos quesos de pasta marfil, blanco y blanco roto. A ellos dedicaremos otros post, junto a quesos de otros colores (rojos, naranjas o dorados) que también hemos encontrado olfateando el mundo. ¡Queridos lectores, os deseamos mucha salud!
Queso de cabra de color fucsia, elaborado en Canarias. Fuente: Quesos Montes de Oca.
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