Sólo de la mejor leche se obtiene el mejor queso. Por ello, en Queso Los Cameros confiamos en nuestros ganaderos, los que procuran los mejores cuidados a los rebaños desde que inician su labor diaria, antes de que amanezca y hasta que cae la noche, los 365 días del año. En muchos casos, estos lazos con nuestros proveedores se han establecido desde 1961 y han continuado, a través de las diversas generaciones, hasta la actualidad.
Favorecer la economía de proximidad es un requisito imprescindible para Queso Los Cameros. Por ello, nuestros camiones cisterna recogen diariamente la leche en un radio máximo de 120 kilómetros a la redonda, lo que garantiza la frescura, la calidad de la materia prima, la viabilidad de su trabajo y la contribución al medio ambiente. Además, gracias a nuestra filosofía, implicamos a los ganaderos en nuestro proyecto con cursos de formación y apoyo constante.
Juntos logramos que las ganaderías sean sostenibles y que los animales reciban todos los cuidados y una alimentación natural siempre que la época del año lo permita, lo que garantiza la excelente calidad de la leche de cabra, oveja y vaca que necesitamos para ofrecer nuestros quesos, que cumplen las certificaciones de calidad ISO 14001 de Medio Ambiente e ISO 22000, que respalda la trazabilidad del producto y la seguridad alimentaria durante todo el proceso de elaboración.
La sostenibilidad de la España vaciada ha sido siempre uno de nuestros grandes objetivos. Al saber hacer del actual Maestro Quesero, Javier Martínez, hay que sumar un gran legado familiar: el compromiso del fundador de Queso Los Cameros, Jesús Martínez. Como apasionado del queso bien hecho y como buen visionario propició, allá por los años 80, que los ganaderos de la Sierra de Cameros arraigaran en la zona y prosperaran con sus rebaños. Cuarenta años después, Queso Los Cameros ha ubicado en el pintoresco pueblo de Jalón de Cameros un punto lácteo de recogida que reúne varios tanques y al que acude 3 veces por semana. Ello permite que las granjas de ganado caprino de la zona, que desarrollan su actividad en un enclave de muy difícil acceso para los camiones cisterna, acudan diariamente a entregar la leche recién ordeñada, que en tan sólo 15 minutos vierten en la lechera y transportan al punto lácteo. Un ejemplo real, y viable, para que el pastoreo tradicional y las zonas rurales sigan siendo fuente de empleo y de recursos. Y, en este caso, de una materia prima excelente.
Sólo con esta confianza que nos une podemos elaborar quesos auténticos, de marcada personalidad y sabor.