Esculturas y quesos gigantes para alucinar

Desde hace más de 60 años, en el Libro Guinness de los Récords hay excentricidades francamente curiosas, por llamarlo de algún modo. Entre ellas, la mayor concentración de personas disfrazas de pitufos en Irlanda; el récord de 14,812 segundos para recorrer los 100 metros de salto de vallas con aletas; el mayor número de sandías aplastadas con la cabeza en un minuto; la persona más veloz del mundo a cuatro patas o una baguette de 122 metros. El queso, por supuesto, no podía quedar fuera de estos retos.

Peculiar fue, sin duda, la escultura de queso más grande del mundo, una hamburguesa gigante que pesaba 691 kilos y que, aunque no tenía muy buena pinta, la verdad, hizo pasar a Troy Landwehr a los anales de la historia, al igual que las 30 horas que invirtió para modelar una tonelada de queso procedente de Kiel. Sabemos que este particular escultor es un apasionado del queso y que, desde los 12 años, lo talla con esmero. Suya es también la réplica del monte Rushmore de Dakota del Sur, que realizó tras cincelar, durante 4 días, 318 kilos de cheddar.

Fuente de la imagen: Troy Landwehr.

Cuauhtémoc ingresó en 2021, al elaborar el queso más grande del mundo. Gracias a la iniciativa del Instituto Enlac, un grupo de menonitas procesó 33 mil litros de leche hasta obtener una pieza que pesaba tres toneladas (y 200 kilogramos, que en este concurso cada gramo cuenta) cantidad que triplicaba el último queso gigante que ostentaba el título. Por cierto, medía entre 45 y 65 centímetros de ancho, y seis metros y medio de largo. El instituto organizó un desfile con “el discreto queso” y posteriormente vendieron quesadillas. ¡Ingrediente, desde luego, no les faltaba!

Aunque no se presentó al particular olimpo de los Guinness, Galicia fue noticia en 2009 gracias a un queso que pesaba mil kilos y que necesitó de una sierra de más de dos metros para cortarlo. En el caso de esta pieza digna de campeonato, se necesitaron 8.000 litros de leche entera, 175 kg de sal, un kilo y medio de cuajo, 4 meses de trabajo, un molde especial ¡y una grúa para voltearlo y llevar a cabo su maduración! Unas 15.000 personas dieron cuenta de su sabor, su diámetro descomunal (dos metros) y la ilusión de la Asociación Cultural Nosa Señor do Carme, responsable de semejante hito.

Viajamos hasta el ayuntamiento de Tlalixcoyan, en el estado mexicano de Veracruz, donde este 2022 han superado su propio récord. Aunque no se inscribió en el Libro Guinness, sus 43 metros y 20 centímetros lineales sí merecen un aplauso, al igual que las 16 horas que fueron necesarias para cortarlo. El evento reúne a visitantes de todos los municipios vecinos que, además de ser testigos de la nueva marca, que superó a la del año pasado, disfrutaron de una enchilada de mole, tortilla con nata y agua de Jamaica.

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