¡Es Navidad! Los pastores, y sus quesos, en el Portal de Belén
¡Llega la Navidad y, con ella, los villancicos y el Belén, cuyo origen se remonta al siglo XIII! Como habréis adivinado, hoy dedicaremos un apartado especial a la presencia de los pastores, con sus entrañables rebaños de cabras y ovejas, y sus deliciosos quesos, en esta tradición que ha quedado representada en auténticas obras de arte.
El origen del Belén se remonta a San Francisco de Asís que, en 1223 en la cueva de Greccio (Italia), escenificó el nacimiento de Jesús. Ya en el Renacimiento se extiende la moda de las reproducciones de figuras en madera, o barro cocido, en iglesias y monasterios. Es a partir del siglo XVII cuando los belenes se instalan en los hogares, en forma de pequeñas figuras de barro. En España, el rey Carlos III importa desde Nápoles su rica tradición belenística (encargó las piezas de su Nacimiento en la Real Fábrica de Porcelanas de Capodimonte de Nápoles), con sus escenarios barrocos y sus personajes minuciosamente reproducidos, ataviados y ornamentados según la moda de la época. En nuestro país, el Museo Nacional de Escultura, de Valladolid, expone un maravilloso Belén Napolitano, donde las escenas costumbristas y populares en torno al Nacimiento suponen una visita obligada.
Pastores del Belén Napolitano del Museo Nacional de Escultura (Valladolid).
Otra joya que ya está abierta al público es el Belén del Palacio Real, también del XVIII, que custodia Patrimonio Nacional.
En la línea de los grandes Belenes napolitanos, al genial escultor barroco Francisco Salzillo le debemos una gran obra de arte: la que realizó para un noble murciano, a finales del siglo XVIII, que se puede descubrir en el Museo Salzillo.
Pastor del Belén Napolitano perteneciente a dicho museo.
Hay todo un imaginario que representa de forma idílica a los pobres y modestos pastores, y que llega a nuestros días en figuritas como la que os mostramos a continuación. Un pastor va al Portal de Belén con lo mejor que tiene: ¡sus quesos!
Fuente: Web Holy Art.
Esta representación tiene mucho sentido: el queso era un alimento básico en aquella Palestina que se encontraba bajo el mandato de Roma. Abundaba la leche de cabra y oveja, y tanto el queso como el pan eran alimentos muy presentes en la dieta.
No podemos olvidar la presencia del imperio que dominaba el mundo de entonces. Los romanos, que dejaron todo documentado, también escribieron sobre la mejor manera de elaborar y conservar el queso. El escritor agronómico Lucio Junio Moderato Columela, nacido en el 4 d.C., escribió el tratado de agricultura De Re Rústica. En su libro séptimo, recomienda elaborar el queso con leche mantecosa y espesa, para que se pueda guardar más tiempo, y muy fresca, para que no se agrie. Especifica los tipos de cuajo animal (de cordero o cabrito), así como los de origen vegetal, como la flor de cardo silvestre. Incluso señala los tiempos de escurrido (nueve días) y cómo curarlos a la sombra de las zarzas. Todo lo recogió por escrito, tal y como señala el experto Carlos Azcoytia, director de la revista digital Historia de la Cocina y la Gastronomía, en un interesante artículo dedicado a la elaboración de los quesos en tiempos de Jesucristo.
Los sencillos y humildes cuidadores de cabras y ovejas fueron los primeros a los que los ángeles comunicaron la buena nueva, y también los primeros que llegaron a Belén con sus rebaños. No en vano la escena de la adoración de los pastores ha fascinado a artistas de todos los siglos, tal y como se recoge en este artículo de la revista Descubrir el Arte.
‘Adoración de los pastores’, de Giotto. Frescos de la Capilla de los Scrovegni (hacia 1303-1305). Fuente: Descubrir el Arte.
Hoy nos quedamos con la alegría de los villancicos y con la ternura de esos pastores, sus rebaños, ¡y sus quesos! para honrar a un Niño Jesús tan pobre como ellos. Todos los que hacemos posible Queso Los Cameros, orgullosos de nuestros pastores de la Sierra de Cameros y de nuestros ganaderos, os deseamos una ¡Feliz Navidad!