Un paseo por la Sierra de Cameros con sabroso final
¡Ahora sí! Parece que podemos guardar el abrigo, calzarnos las zapatillas de deporte y salir a disfrutar de la primavera al aire libre. Hoy os proponemos una excursión que va a seducir tanto a “andarines” como a gourmets: una ruta por Los Cameros, sierras que dan nombre, por cierto, al Queso Camerano, el único de La Rioja amparado por una D.O.P.
Naturaleza, historia, folclore, arte, gastronomía. Todo eso son Los Cameros. Una comarca que nos brinda un disfrute pleno para los sentidos y una oportunidad de descubrir otra Rioja, más allá de la zona de producción de sus excelentes vinos.
¿Por qué hablamos de Los Cameros, en plural? La respuesta es porque dos sierras la conforman: El Camero Viejo, en las márgenes del río Leza, y El Camero Nuevo. El Viejo es tierra más áspera, pero a cambio, encontramos encantadores pueblecitos con casas solariegas que nos dejarán boquiabiertos. Si paseamos por las calles empedradas de San Román, Soto o Laguna de Cameros tenemos la sensación de que el tiempo no hubiera pasado. En esta última localidad encontraremos la Iglesia de la Asunción, que alberga un imponente retablo barroco y una réplica de la Sábana Santa de Turín.
Sigamos en El Camero Viejo para disfrutar del espectáculo natural del Cañón del Río Leza, en plena reserva de la biosfera, que guarda un secreto: estamos pisando el suelo más antiguo de toda La Rioja. Podemos rastrear, literalmente, las huellas de los dinosaurios que, con toda certeza, darían más de un susto a los humanos que habitaron estas tierras hace millones de años. Y hablando de maravillas paisajísticas, no podemos perdernos el Parque Natural de la Sierra de Cebollera, ya en El Camero Nuevo. Un enclave geológico privilegiado por sus formaciones glaciares en altitudes superiores a los 2.000 metros.
Senda del cañón del río Leza en Soto en Cameros. Fuente: Minube.
Recordemos que caminamos por tierras de pastoreo. A esta tradicional actividad, centro de la economía de la zona desde la Edad Media hasta el siglo XIX, rinde tributo el Centro de Interpretación de la Trashumancia, en Venta de Piqueras. Alberga una interesante colección de instrumentos musicales, herramientas, utensilios de cocina e incluso amuletos que nos ayudan a entender mejor la vida y costumbres de los antiguos cameranos.
Un Románico austero y sencillo, que contrasta con el imponente paisaje, se disemina por toda la región. La ermita de San Esteban de Viguera bien merece una visita. Aunque de exterior modesto y un poco desconcertante por la pérdida de su cubierta, conserva unas excepcionales pinturas murales de comienzos del siglo XII.
Llegados a este punto, los turófilos se estarán preguntando: ¿y qué hay de lo mío? Así que, aunque nos salgamos de los límites de la comarca, no podemos concluir esta ruta por Los Cameros sin invitaros a participar en nuestras visitas guiadas a las instalaciones y en nuestras experiencias gastronómicas, como las deliciosas catas-maridaje con chocolates artesanos o con vinos de Denominación de Origen Rioja. ¿Se os ocurre una manera más sabrosa de cerrar esta excursión?