Miles de bolitas de queso Kurt en la Ruta de la Seda (formato podcast)
A lo largo de dieciocho siglos, la fascinante ruta de la seda unió oriente y occidente. Durante este largo período, el extenso crisol de caminos con origen en Xi´an, en China, rumbo a Constantinopla, supuso un importante intercambio cultural, religioso, gastronómico, literario y comercial. No faltó la seda, por supuesto, un secreto que se custodiaba con celo en aquel entonces. Además de este artículo natural, las sucesivas caravanas que paraban y pagaban sus impuestos en las diferentes postas, rumbo a Constantinopla o ya de vuelta al lejano Oriente, favoreció que especias, perfumes, té, corales, pieles de armiño, oro, caballos o porcelana, viajaran de unas manos a otras. Uzbekistán, país situado en el corazón de Asia Central y en aquella legendaria ruta de la seda, es punto de encuentro para viajeros del siglo XXI. Si en Samarcanda la Plaza del Registán deja sin palabras, no es menos impresionante pasear por la arquitectura timúrida de la coqueta Bujara. Gastronómicamente hablando, el país uzbeko es un buen lugar para los amantes de los lácteos y el queso.