Canapés de queso ¡al horno!
El invierno se presta para disfrutar de tardes hogareñas en casa. En estos meses en los que los días fríos hacen acto de presencia y hemos dejado atrás los excesos de la Navidad, incluidos los que atañen al bolsillo, una buena alternativa es preparar una ronda de canapés variados ¡con un calentón en el horno! Se pueden dejar preparados y, en el último momento, regalarles ese golpe de calor. Solo de pensarlo, estamos deseando ponernos manos a la obra.
Si os ha sobrado pan del día anterior, tenemos la solución para contribuir a que no se desperdicie nada. Se puede cortar en rodajas y meterlos al horno durante 10 minutos para que se doren, a unos 200 grados (controlar que no se quemen, por favor). Una vez adquieran la textura crujiente que tanto nos gusta, es el momento de cubrirlos con la referencia que más nos apetezca o tengamos a mano. Un queso de mezcla curado, como nuestro Etiqueta Roja, que ha cumplido medio siglo, es perfecto. La “guinda” serían unas nueces, previamente tostadas. ¡Sencillo y delicioso! Si preferís un sabor lleno de matices, nada mejor que mezclar 3 tipos distintos de queso, de sabores contrapuestos. En la cocina probar nuevas alternativas nos conduce a descubrimientos insospechados.
El queso de cabra es un clásico en el mundo del canapé por su textura y sabor. En este caso, tenéis varias opciones. Una sería pochar lentamente la cebolla y añadir azúcar para caramelizarla, una base sabrosa sobre la que colocar el queso. La otra opción pasaría por añadir al queso unas virutas de jamón crujiente o, en su lugar, un botón de mermelada. Las confituras son muy versátiles y armonizan bien con este queso digestivo. Os podéis atrever con una de fresa, de naranja o de tomate. ¡No sabréis con cuál quedaros! No obstante, en nuestro recetario de canapés calientes no puede faltar un embutido madurado lentamente con carne de cerdo, sal, pimentón y pimienta negra… la sobrasada es un producto de las Islas Baleares delicioso, que casa de maravilla cuando se funde con el queso. Con un toque de miel, por supuesto.
El hojaldre es, por su textura, sonoridad y aspecto, una buena base para elaborar otro tipo de canapés. El que os presentamos a continuación en forma de bocado es sencillísimo de preparar. Mientras precalentamos el horno, estiramos la masa de hojaldre, que deberá tener un grosor de 4 milímetros. Con un vaso, o un cilindro para moldes, se cortan las bases redondas. Tras pintarse con huevo, se dispone el queso brie, que se cubre con mermelada y trocitos de frutos secos. Se tapa con la segunda base y, para que no se escape el contenido, no olvidéis unir los bordes con un pequeño tenedor. Pintar de nuevo con el huevo, pinchar la masa y meter en el horno hasta que se dore. ¡Riquísimo!
Si tenéis tiempo, os presentamos una última propuesta que, sinceramente, merece la pena. Por un lado, necesitaremos carne picada, aderezada al gusto. A nosotros nos gusta amasarla con ajo, cebolla, huevo, sal, pimienta negra, perejil, pan rallado y una rebanada mojada en leche. Las mini hamburguesas se fríen y se disponen sobre el pan. Antes de meterlas al horno, cubrirlas con queso rallado o con dos tipos de queso. Un queso azul resultaría delicioso. ¡Que aproveche!