De Polifemo a Heidi: personajes de ficción unidos por el queso

La ficción es parte esencial de nuestra vida. Y el queso, la pasión que nos une, es una suculenta realidad bien reflejada en la literatura, surtida de ejemplos queseros a través de personajes que forman parte de nuestra cultura. Como muestra, nos centramos hoy en dos: uno pertenece a la literatura clásica y otro a la popular.

Para encontrar a uno de los personajes más antiguos para quien el queso es un tesoro, recurrimos a La Odisea de Homero, un poema épico griego repleto de referencias a los alimentos. En el canto IX, el astuto Odiseo (Ulises en su acepción latina) y sus hombres, en su largo camino de regreso a Ítaca, llegan hasta la cueva del cíclope Polifemo, el gigante de un solo ojo. «Los animales estaban separados por grupos, a un lado los más viejos, al otro los de mediana edad, y aparte las crías recientes. Todas las cántaras rebosaban de leche, jarras y colodras bien torneadas que guardaban el ordeño. Allí enseguida mis compañeros me suplicaron a voces que tomáramos unos quesos y nos fuéramos, y luego nos lleváramos a toda prisa de sus corrales cabritos y ovejas hasta nuestra rauda nave y nos echáramos a navegar el mar salado.» 

Ulises se enfrenta a Polifemo en su cueva. Fuente: web Mythos y leyendas.

Pero en vez de huir, se quedan para ver al gigante y comen queso durante la espera. Cuando llega Polifemo, se esconden y observan cómo el cíclope elabora el preciado manjar. La descripción de Homero es muy exacta: «Cuajando la mitad de la blanca leche, la recogió y guardó en unos trenzados cestillos». En nuestra mente asociamos estos cestos y la cilla, el molde de mimbre trenzado característico de la D.O.P. Queso Camerano, elaborado con leche de cabra de la Sierra de Cameros.

Los rebaños de cabras en un entorno idílico también los encontramos, siglos más tarde, en Heidi, el clásico infantil que la escritora suiza Johanna Spyri publicó en 1880. El queso y la leche son los alimentos básicos presentes en la historia de la niña huérfana que se ve obligada a vivir con su hosco y huraño abuelo en los Alpes. ¡Cómo olvidarnos de nuestros recuerdos infantiles, de aquella caseta perdida en la montaña, de su amistad con Pedro, el niño cabrero, y de los brincos de Copito de Nieve! 

Ilustración antigua de Jessie Willcox Smith

Spyri nació en Hirzel en 1827, una comuna suiza en el cantón de Zúrich, y conocía bien ese mundo donde este alimento es base de la nutrición. En el relato, además, este derivado del a leche es el vínculo que fragua la amistad inquebrantable entre los dos niños. Cuando Heidi acompaña a Pedro a cuidar las cabras por la montaña, comparten lo mejor que tienen: el pan y el queso. Así lo muestran las inconfundibles ilustraciones antiguas, casi devoradas por la imagen de esa Heidi que inmortalizó la serie japonesa de 1974, que incluso prepara una deliciosa fondue de queso, como manda la tradición suiza. Esperamos que desde Queso Los Cameros disfrutéis de este viaje a través de la lectura.

 

 

 

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