Saca tu CSI (Cheese Scene Investigation) y descubre las pistas de la revolucionaria pintora de quesos Clara Peeters

Hoy 8 de marzo este post incluye unas pistas que debes descubrir en el cuadro quesero de Clara Peeters, una artista que marcó estilo con queso, en el siglo XVII, y a la que el Museo del Prado dedicó una exposición en 2016. Pero antes, os vamos a contar por qué se celebra el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

En España la primera vez fue en el año 1936, aunque un 8 de marzo de 1910 se daba luz verde a que la mujer pudiera acceder a la Enseñanza Superior, en igualdad de condiciones que el hombre. Sin embargo, esta conmemoración internacional se remonta, al parecer, a un 8 de marzo de 1857, cuando un grupo de trabajadoras textiles decidieron protestar por sus lamentables condiciones de trabajo. Las reivindicaciones se fueron extendiendo a otros sectores y países.

Las mujeres han sido modelos o musas, pero rara vez han protagonizado la Historia del Arte como autoras. Clara Peeters fue un enigma, una pintora holandesa que vivió poco más de 30 años, entre el siglo XVI y XVII. Y aunque se desconocen casi todos los detalles de su vida, dejó un escaso pero relevante legado con sus bodegones, un género en el que brilló y fue pionera. Solo se conservan 39 obras suyas y cuatro pertenecen a la pinacoteca española.

¡Ha llegado el momento de demostrar tus dotes de CSI (Cheese Scene Investigation) entre esta obra que nos ha llamado la atención! Se trata de Bodegón con quesos, almendras y pretzels, un óleo sobre tabla fechado hacia 1615, propiedad del Museo Mauritshuis, de La Haya.

Bodegón con quesos, almendras y pretzels, de Clara Peeters. Museo Mauritshuis, de La Haya.

  • ¿Podrías adivinar si la artista procedía de una familia pobre o acaudalada?

Clara Peeters pintaba lo que le resultaba cercano, los objetos y alimentos de una casa. Pero nos da pistas. La riqueza del menaje nos remite a una familia rica, probablemente comerciantes adinerados que podrían permitirse objetos valiosos (ellos eran los que encargaban las pinturas y las exhibían como símbolo de estatus social).

  • ¿Encuentras su firma?

Clara Peeters solía firmar sus obras de una forma peculiar. El mango del cuchillo de plata de este cuadro lleva su nombre. En seis de sus obras conocidas aparece este mismo utensilio. 

  • ¿Sabes en qué localidad se encuentra la autora si investigas otros cuadros?

En la hoja de tres cuchillos se incluye la marca de la ciudad de Amberes. Como curiosidad, te contamos que en esa época, la costumbre era que los comensales llevaran su propio cuchillo cuando se les invitaba a comer a una casa. También eran un socorrido regalo de bodas. 

  • ¿Cómo era Clara Peeters?

Volvemos a nuestro cuadro quesero. En la tapa de metal de la jarra se refleja un minúsculo autorretrato: así quedó para siempre la huella de Clara Peeters, la artista que con su sutilidad y minuciosidad nos enamora a los queseros.

Te dejamos que sigas contemplando el cuadro. Las piezas de queso superpuestas en la parte izquierda, tan armónicas. Y la grande, que es asombrosa, nos transmite un aspecto curado, añejo, y casi podemos sentir su fuerte olor y su sabor recio. Clara Peeters eligió con acierto el maridaje: en el plato de porcelana, unas almendras con higos secos y pasas; y pan, un bollo horneado y un pretzel, el pan salado con forma de lazo típico del norte de Europa. Y, cómo no, el vino que acompaña al queso, en una copa muy ornamentada y en una jarra de barro con tapa.

Hoy, amigas queseras, ¡brindamos por vosotras!

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