22 millones de toneladas de queso
Si sumamos la producción anual de granos de café y de cacao, y de hojas de té y tabaco, la cantidad resultante es inferior. Con estos datos sobre la mesa es fácil intuir que, cuando hablamos de la elaboración de queso en el mundo, las cotas son elevadísimas. Un recorrido por los cinco continentes nos permite descubrir qué países ostentan los primeros puestos en el ranking y algunas curiosidades sobre los 22 millones de toneladas que, en 2022, se produjeron en el mundo.
La tendencia es que, cada año, los índices se incrementan paulatinamente. Según los datos publicados por el statista, en el 2015 la cifra llegó los 19,520 millones de toneladas; en 2018, 20,66 millones; y, en 2022, 22,17 millones. Para encontrar el país number one debemos cruzar el Atlántico y seguir la pista de un vasto territorio donde, curiosamente, se elaboran quesos europeos como el parmesano, el brie o el queso azul, aparte de los afamados locales, entre ellos el Baby Swiss o el Pepper Jack. Hablamos de Estados Unidos que, sólo durante el pasado 2022, produjo 6,4 millones de toneladas según la lista altasbig, una cantidad que también deja traslucir la importancia de la ganadería en el país.
Volvemos de nuevo al Viejo Continente, cuya historia está tradicionalmente unida a un alimento tan esencial y delicioso como el queso. Llama la atención que, con una extensión minúscula si la comparamos con la de Estados Unidos, Alemania produzca 2.740.582 toneladas, es decir, casi la mitad. Le siguen Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Rusia, Egipto, Chequia y Argentina. En el extremo opuesto se sitúa Georgia, con 40 millones; Bután, con 61; y Malta, con 169. Datos algo más elevados nos depara África: en el caso de Kenia hablamos de 320, en el de Namibia de 375 y, entre los mayores productores del continente, debemos viajar hasta Sudáfrica, donde los números rozan los casi 89 millones. ¿Y qué hay de España en este contexto mundial? Según dicha lista, ocupamos el puesto 18 gracias a las 227.769 toneladas.
Si seguimos indagando en los datos, estas son algunas curiosidades que llaman la atención. En EEUU, cabe destacar que sus datos de exportación son mínimos, ya que la mayor parte del queso se destina al consumo propio. No obstante, si nos fijamos en los queseros más apasionados del mundo, debemos viajar a Grecia, donde sus habitantes consumen algo más de 27 kilos al año, con el feta a la cabeza. Poco turófilos son los chinos, una tendencia que rompen al alza, poco a poco, las nuevas generaciones.
En este viaje por el mundo no puede faltar Oceanía. Con las coordenadas en las antípodas, encontramos un país de película, tal y como quedó inmortalizado en El Señor de los Anillos. Hay un animal que destaca entre la naturaleza asombrosa y las extensiones cambiantes de Nueva Zelanda: la oveja. Sin embargo, terminamos este recorrido con un queso de vaca que rememora a los emigrantes europeos que viajaron hasta el fin del mundo, desde el siglo XIX, con una maleta cargada de ilusiones y, en algunos casos, importantes conocimientos sobre este producto milenario. Hablamos de Manuka Ash Brie y de la empresa Waimata Cheese, uno de los productores independientes del país. Este queso cremoso se recubre de una capa de ceniza de Manuka, nombre con el que los maoríes hacen referencia al árbol originario neozelandés y cuyas hojas confieren un sabor picante. Y, en este lugar recóndito del mundo, cada queso se envuelve, uno por uno, como si de un objeto precioso se tratara.