En mitad del Atlántico: los quesos de las Azores

Imagina que existe un lugar entre las costas de Portugal y América, en medio del Atlántico, con la frescura de una piña dulce y la fuerza magnética de un volcán. Islas perfectas para navegar con cetáceos, para perderse entre hortensias azules y caminos frondosos, o descubrir el brillo asombroso de las estrellas. Un paraíso salvaje, donde viven más vacas que personas, donde se disfruta de una gastronomía diversa y sabrosa. Si a priori suena bien el plan, hoy nos embarcamos rumbo a las Azores, famosas por su anticiclón y por una variedad de quesos y mermeladas tropicales absolutamente sabrosa.

En Azores, donde se elabora, aproximadamente, la mitad de los quesos que se consumen en Portugal, el mito de las cuatro estaciones en un mismo día es una realidad. Lluvias generosas que con el mismo ímpetu dan paso a un sol radiante y que favorecen una vegetación que roza (e incluso excede) el concepto de vergel. Así que es fácil imaginar que, en estas latitudes atlánticas, los pastos son abundantes y verdes… ¡muy verdes! Un paraíso perfecto para el ganado, que retoza feliz entre su frescura. No en vano entre las 9 islas hay un sinfín de quesos artesanales, que en algunos casos mantienen los métodos de elaboración de los primeros colonos.

Hortensias, vegetación exuberante y pastos verdes para las vacas son habituales en Azores

El picante y semiduro, elaborado tradicionalmente con queso de leche cruda de vaca, además de estar reconocido como DOP, ha logrado que São Jorge sea conocida como la Isla del Queso por esta referencia que lleva el mismo nombre que la ínsula. El Queijo Vaquinha, cremoso y suave como la mantequilla, es uno de los emblemas de la isla Terceira. En este contexto São Miguel, llamada La isla verde, puede presumir no sólo de su famoso Cozido das Furnas, una tradición centenaria que se cocina en una cazuela ubicada en el subsuelo del cráter de un volcán, sino de espacios donde las vacas mugen y se sacian de día y de noche. Sí, todo apunta a que aquí, también, se elaboran quesos muy ricos. Uno de ellos es el Queijo do Vale, que procede de una   y donde el ganado sacia su apetito en el Valle de la Lagoa Seca. Esta pequeña quesería también ha sabido aprovechar las aguas ligeramente metálicas y ácidas (también las hay medicinales) de Furnas, para obtener una salmuera única.

En Ponta Delgada, este es lugar para queseros y amantes de las mermeladas tropicales

No obstante, si alguien sabe de este producto en la isla es O Principe dos Queijos, que ostenta desde hace muchos, muchos años, una pequeña tienda, con mucho encanto y aún más quesos, en Ponta Delgada. Da a probar cada producto, cuyas propiedades y textura conoce al dedillo, así como el origen y los tiempos de curación que, en algunas referencias de vaca, supera los 36 meses. El colofón para los sibaritas del sabor que pueden navegar entre más de medio centenar de quesos, los más granados de cada isla y donde no falta el Queso de Pico, es la amplia selección de mermeladas tropicales con las que se pueden armonizar. Abundan las de guayaba. Y las de mango. Y por supuesto las de piña, que por estos lares son pequeñas y dulces. ¡Tan dulces que, al paladar, parecen un espejismo!

 

 

 

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