Las propiedades de las distintas leches
Para los que sois asiduos a nuestro blog Cultura del Queso, os resultará más que familiar esta premisa: para elaborar un buen queso se necesita una materia prima excelente. Por ello, hoy buceamos entre las propiedades de los diferentes tipos de leche, que incluye su valor nutricional, así como vitaminas y minerales.
Nuestros huesos, y su densidad, agradecen el calcio que aporta la leche. También nuestros dientes. Y, en este sentido, la de vaca destaca por sus índices de calcio, magnesio, potasio y fósforo. También por su aporte de ácido fólico y porque, aquellos que quieren cuidar su dieta y alimentación, recurren mucho a este tipo de leche o de elaboraciones queseras. Entre ellas, encontramos tanto los quesos frescos y otros de maduraciones más largas, y muy interesantes para el paladar, como es el caso del Queso de Vaca Añejo Señorío de Cameros. Además de los minerales, la leche de vaca cuenta con proteínas de alta calidad, tan importantes para el crecimiento y la reparación de tejidos. También vitaminas del grupo B, como la riboflavina y la vitamina B12, importantes para el metabolismo y para generar energía. Y el ácido linoleico conjugado (CLA), asociado a la reducción de la grasa corporal.
El Queso de Vaca Añejo Señorío de Cameros tiene muchas propiedades
La leche de oveja no se queda atrás en cuanto a beneficios. En primer lugar, porque es muy digestiva y, en segundo lugar, por su aporte energético, lo que la hace ideal para personas que desarrollan mucha actividad física, ya que supera los 5 gramos de proteínas por cada 100 mililitros y tiene una mayor cantidad de calorías, grasas e hidratos de carbono con respecto a la de vaca. Además, presenta una fuente importante de vitaminas A, B (B1 Y B2), C, D y E, por lo que el sistema inmune se fortalece y su nivel de aminoácidos repercuten en la presión arterial. La leche de estos pequeños rumiantes también es ideal, por su porcentaje de los llamados sólidos totales, en su transformación en queso o yogurt. Y supera, respecto a la leche de vaca, los niveles de calcio y fósforo.
¿Y qué hay de nuestras amigas las cabras? Es igualmente una leche muy digestiva, que por su menor contenido en caseína y por su aporte a la flora probiótica agradecen las personas propensas a la pesadez de estómago. Y, por su nivel de proteínas, es idónea para desarrollar la musculatura. Por otro lado, diversos estudios han incidido en que su mayor cantidad de ácidos grasos esenciales ayuda a disminuir los niveles altos de colesterol total y triglicéridos. Las proteínas de buena calidad es otro de sus puntos fuertes, ya que aportan al organismo la diversa variedad de aminoácidos. Un queso ideal rico en vitamina D, que favorece la prevención de la osteoporosis y la absorción de calcio.
No son las únicas leches que aportan beneficios. La de búfala, por ejemplo, producida en países como Italia, Nepal, Vietnam o Turquía, permite controlar, gracias a su contenido de lecitina, la proliferación bacteriana. Y, por sus niveles de zinc, las uñas crecen más saludables. Altamente nutritiva es, por ejemplo, la leche de llama, que también se caracteriza por su baja concentración en grasas y colesterol. Un animal cuya gestación, de una sola cría, asciende a 345 días. Esa es la información que nos llega desde el Altiplano, al otro lado del Atlántico.